lunes, 30 de enero de 2012

Los tacones son para las valientes

Las caprichosas como yo nos encabezonamos con unos zapatos en cuanto los vemos. Ahí están, en un escaparate, parece que nos sonríen y lo que más nos llama la atención es que son nuevos, no los tenemos y los queremos, cueste lo que cueste… parece que no vamos a poder vivir sin ellos desde ese momento en que cruzas la mirada con ellos.

La historia se repite siempre igual, de forma cíclica. Estás haciendo algo y cuando menos te lo esperas caes en la trampa…un par de zapatos nuevos, brillantes, esperando a que te los pongas y que seas la reina de la pista…pero solo unas semanas, meses, años…dependiendo del modelo. Hacen que te sientas guapa, única y no los cambiarias por nada… si tienes más o menos gracia te los combinas de una y otra forma, intentando amortizándolos de la mejor forma que puedes, hayan caído en tus manos de temporada o de saldo. No importa el momento, solo las historias que tengas con ellos, porque sabes, que tarde o temprano quedarán arrinconados por otros nuevos, porque pasen de moda, porque te duelan o porque como eres una caprichosa siempre quieres unos nuevos…

De mis últimos zapatos me quedo con los kilómetros caminados y bailados, con los roces bajo la mesa y sobretodo, con el placer de habérmelos puestos dejándome guiar por ellos hasta el tropiezo final.

Los tacones son para las valientes,  no por intentarlo una noche, sino por caerse una y otra vez y volver a ponérselos con la misma ilusión que la anterior.


M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario