lunes, 12 de diciembre de 2011

Los sms ya no están de moda

Cuando se convirtieron los sms en un medio de comunicación de la prehistoria? En qué momento de los últimos tres años me he quedado dormida y me he perdido esa transición? Tan rápido ha sido? El otro día me puse a reflexionar sobre este hecho con M. Últimamente nos han pasado algunas cosas que requieren una mención en Saint-Torpez.

Hoy en día salimos de fiesta y bueno, lo típico que conoces a alguien, y ese alguien te pide un contacto. Hemos pasado de pedir el número de teléfono para enviar sms, el email para el Messenger, a pedir el nombre para Facebook, y ahora volvemos a pedir el número de teléfono, pero esta vez para utilizar los sistemas de mensajería instantánea como el tan adorado Whatsapp.

Y ahora aquel que te envía un sms es un bicho raro, e incluso se considera un bicho raro. La última frase que he oído es “oye, espero que no te moleste que no esté en Facebook ni nada de eso, yo envío sms”. ¿Qué no me moleste? Hoy en día me molesta más que me pidan el número de teléfono y luego ni siquiera lo usen. Porque señores lectores -y lectoras también- de este blog, si no lo van a usar, directamente ahórrense la saliva y el tecleo en el móvil.

Sms vs. Whatsapp

Yo me escribo mensajes con mi madre, que es muy vintage ella. Como ahora parece que al no estar de moda, todas las compañías telefónicas los regalan, y mi madre no tiene (ni tendrá) whatsapp, utilizo mis 350 mensajes con ella y mis amigas del pueblo (que aun, muy a su pesar, no tienen mensajería instantánea ni tuenti en el móvil).
Con mi madre me escribo chorradas como “Terelu campos próxima portada de interviú, ve preparando la palangana”. A lo que ella me responde “con fotoxop hasta yo puedo”.

Os imagináis la poca gracia que tendría esa pequeña conversación entre mi madre y yo si fuese con Whatsapp? Los sms tienen la magia de que debes incluir todo lo posible en un mensaje corto, cortísimo, y además siempre cabe la duda de que el otro no lo haya recibido. Quién no ha utilizado la excusa esa de: te envié un sms, ¿no lo viste?

En cambio con la mensajería instantánea se acabó. El famoso “saberse ignorado” es una mierda. O todo lo contrario, según se mire. Si no te contestan, básicamente están pasando de tu cara. Aunque hay excepciones, como estar en el trabajo (y estar ocupado/a) o tener un breakdown emocional –en cuyo caso también se considera que están pasando de tu cara, aunque por otros motivos-.

El único motivo por el que defiendo claramente el whatsapp es por las imágenes. No está nada mal eso de poder explicar con una imagen dónde estás y lo que estás haciendo. Aunque puede llevarse al extremo. Por extremo me refiero a aquellos que se envían fotos desde el trono del señor Roca, en pelotilla picada, recién levantados, etc. Estas fotos quizá no hacen falta. Que hay mucho cabrón suelto.

Por cortesía de Cuanto Cabrón


Pelearse a través de las redes sociales es algo que también se ha vuelto común. En vez de coger el teléfono y solucionarlo, o quedar para hablar, desde que llegaron los sms a nuestras vidas, toca discutir por teléfono. Ahí no defiendo ni a sms ni a whatsapp (aunque en whatsapp es gratis, pero sigue siendo igual de inútil).

Y lo opuesto de pelearse, flirtear, ligar y ser romántico, pierde toda la gracia por sms, pero aun más por whatsapp. Ya no tenemos problemas para ver quién cuelga el último porque luego llega un whatsapp que da continuidad a la conversación. Ya no nos escribimos cartas románticas porque para qué dejarnos la mano…si con 100 whatsapps lo puedes decir todo y dejarte los pulgares en el intento. ¿para qué quedar para cenar mirándoos a los ojos, si podeis cenar cada uno en vuestra casa, lo que os apetezca, viendo lo que queráis en la tele, y a la vez whatsappear?

Citas vs. Whatsapp

Hablando de quedar para cenar, merendar, tomar algo, desayunar, cualquier acción que implique que dos personas en el mismo lugar interactúen. En ese caso, el whatsapp DEBE estar desconectado. No hay cosa que me saque más de quicio, o me de la impresión de estar siendo ignorada, que estar con alguien que corte la conversación conmigo porque ha recibido un whatsapp.
Señores/as, aprovechad cuando el otro haya ido al baño, aprovechad cuando el galán con el que estéis vaya a pagar la cuenta sin que os deis cuenta, incluso podeis aprovechar cuando se ate los cordones de los zapatos. Pero NUNCA NUNCA interrumpáis una conversación por un mensajito instantáneo.


Por cortesía de Cuanto Cabrón


Seguramente podría hablar de los mil y un aspectos de las redes sociales, teniendo en cuenta que apenas he mencionado Facebook, Tuenti, Twitter, y compañía. Pero por hoy ahí lo dejo, con el siguiente monólogo by Quequé sobre el las redes sociales.

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